
Hola a todas! Que gusto poder dirigirme a ustedes a través de este espacio, soy Gandhi Mejia, tengo 34 años, casada y mamá de un niño maravilloso de 9 años.
Tengo el grato honor de contarles lo que ha sido mi experiencia desde que tomé la mejor decisión de unirme a Trizone. Pero primero, les contaré un poco sobre de lo que ha sido para mí el mundo del “fitness”desde que comencé y como Yani a través de Trizone me ha enseñado tanto y ha venido a darle un giro radical a mi estilo de vida.
Recuerdo que desde que estaba en el colegio siempre trataba de cuidarme, siempre busqué ser activa, fui gimnasta por aproximadamente 3 años, practiqué varios deportes y me encantaba bailar; durante esos años no me enfocaba tanto en la comida como tal, pero si me encantaba leer esas revistas donde te daban tips de como ser saludable y las comidas que debías evitar que antes se consideraban “malas”. Vaya! Ahora que me remonto a esos años me doy cuenta de que sí ha sido un verdadero proceso.

Cuando entré a la Universidad, definitivamente adopté malos hábitos, pasaba mucho tiempo sin comer como una forma de castigo porque quizá había comido mal el día anterior o algún tiempo de comida en ese día, los resultados no eran los mejores, me empecé a adelgazar de una forma no muy sana, pero erróneamente creí que lo hacia bien. Cuando me casé empecé a tomar mas conciencia de lo que hacia con mi forma de alimentarme, pero siempre cayendo de alguna forma en esos mitos de que debes evitar o quitar ciertos alimentos para ser mas saludable y para obtener mejores resultados.
En ese tiempo entré al gym y me propuse ser mas consistente en mis entrenamientos y en lo que comía, recuerdo que los entrenadores decían: “tiene que comer solo pollo y vegetales, no coma carbohidratos para que vea resultado rápido” yo literal sufría con solo escucharlo y al ponerlo en práctica no era sostenible para mí, y al cabo de unas semanas caía en los famosos atracones porque estaba privando a mi cuerpo de nutrirlo como se debía. Confieso que soy una más de las que hicieron dietas de 1,000 calorías! Increíble! Con solo pensarlo ahora, ya siento hambre!
Mis meriendas eran un té verde con dos galletas María, imagínense!!. Ademas de eso, entrenaba 2 horas en el gimnasio y pues quizás los resultados no eran los que definitivamente esperaba, hacia demasiado cardio y poco entrenamiento con pesas “porque me daba miedo verme muy musculosa” y ahora en realidad me doy cuenta ¡cómo cuesta sacar músculo! sumándole a lo anterior sentía una presión extra, porque antes te vendían la idea de que los resultados debían llegar rápido y entre la frustración de no comer bien y entrenar fuerte, rápidamente tiraba la toalla y volvía a la montaña rusa.
Soy del pensar que lo bueno, lo que perdura, es algo que tiene que llevar tiempo, las cosas fáciles no se valoran como cuando realmente te sometes a un proceso sostenible. Pienso que todo lo que he puesto en práctica lo veo como un aprendizaje, sea que haya sido mas la parte mala que buena, pero es parte de ese proceso, de mí proceso.
Luego de tener a mi hijo, continuaba en esa búsqueda de cuidarme bien, ahora con mas razón porque debía dar ejemplo. En ese tiempo me inscribí a clases de zumba, empecé hacer otras dietas pero nada realmente se ajustaba a lo que yo realmente deseaba. Un día conversando con una buena amiga, me platicó sobre Yani y su programa de Trizone, y lo que recuerdo que captó mi atención fueron estas palabras: “Gandhi, te prometo que vas a comer bastante y delicioso, yo quedo full” palabras dulces para mis oídos jajaja… (los que me conocen saben que he sido comelona).
Pero fue hasta en noviembre 2019 que empecé mi camino en Trizone, al inicio muy nerviosa porque veía los menús y no podía creer que comería todo eso y aun así bajaría de peso y grasa corporal, mis metas en ese tiempo solo era “bajar de peso y tonificar”, al cabo de unas semanas empecé a ver resultados que en ningún momento de mi vida había logrado, no solo por la alimentación si no por el entrenamiento que era totalmente diferente a lo que había hecho, la combinación ideal. Todos los días aprendo en Trizone y me encanta! Porque ahora mis metas son muy distintas a las del inicio y eso me mantiene motivada.
Trizone para mí ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, no solo por el hecho de lo que logras en tu cuerpo, sino también lo que logras con tu mente, el bienestar de ambos, literal, puede transformar tu vida, nunca es tarde para dar ese siguiente paso a una vida saludable. Yo lo veo de la siguiente forma: Estoy preparando mi cuerpo desde ya para cuando tenga una edad muy avanzada ser activa, sana y continuar disfrutando de la vida.
Trizone me ha sacado de mi zona de confort, me ha llevado a límites que no pensé lograr, y puedo agregar algo más, definitivamente me ha ayudado ha ser mas organizada, enfocada y mas disciplinada, esto último es muy importante, porque la mayor parte del tiempo no estas motivada, pero mis metas son mas fuertes para lograr alcanzarlas y cumplirlas y con el apoyo del Squad que constantemente te motiva para que todas cumplamos, es la mejor combinación. Considero que la clave de que Trizone sea un programa sostenible es que se ha convertido en mi estilo de vida, sin sufrir, sin quitar, sin castigar y sin satanizar alimentos.
Cuando he tenido mis momentos de disfrutar comidas que quizás sabemos que no son del todo nutritivas, ya no caigo en la culpa de sentirme mal por haberlo comido, porque con Yani he aprendido que lo importante es disfrutar y luego, volver al plan como si nada ha pasado, de las cosas mas importantes que he adoptado. Claro, todo es un proceso, debes vivirlo por vos misma para saborearlo, vivirlo y amarlo.
Gracias Yani y Trizone Squad porque con su guía, conocimientos y su experiencia no solo ha cambiado mi estilo de vida sino también el de mi familia.
