
Por Ana Faraj.
Tengo 38 años, estoy casada y con 3 hijos. En el 2017 tuve mi tercer bebe y con esa gran bendición vinieron agregadas más de 40 libras. Me sentía triste y desubicada con mi cuerpo. Decidí cambiar mis hábitos el día que casi me desmayo cuidando a mis 3 hijos. Empecé caminando y después me fui donde una nutricionista que me dio una dieta de 1200 calorias y con la ayuda de unas pastillas que quitan el hambre pude bajar esas libras extra. Claro que ver que mi ropa me quedaba me emocionaba un montón y el hecho que me sentía mas cómoda conmigo misma me motivaba a querer seguir cuidándome. Habían pasado 6 meses de una dieta que sinceramente me moría del hambre y a veces me comía una pizza entera! Yo sabia que no era sostenible, yo sabia en el fondo de mi cabeza que necesitaba mas comida. 1200 calorias y dos horas intensas de gimnasio me estaban volviendo loca!!! Pero en mi mente para llegar a mi meta necesitaba comer lo menos posible y hacer lo mas que podía de ejercicio.
Aun insatisfecha de cómo me miraba y no entendía como podía ser que tenia llantitas y gorditos, regrese a la nutricionista. Esta vez íbamos para las 1000 calorias!!!!!!!!! De regreso a las pastillas y mi mente lunática con el gimnasio. Solo de pensarlo me da la payula. Fueron 3 semanas de aguantar hambre, andaba amargada, sin energía y hasta quería dejar mis workouts. Y allí regrese a la misma mentalidad de cuando tenia esas calorías extra! “NO PUEDE SER!” Me decía a mi misma. Si comia mucho….. era infeliz y si comia poco …. Era mas infeliz.
Recuerdo que era finales de enero, estaba en el gym matándome cuando se me acerco alguien y me dijo “no tenes que matarte para lograr lo que queres”…… solo pensé “y esta mujer quien es??? me dejo perpleja. Yo siempre miraba a Yanira en el gimnasio, siempre aprecie que era extremadamente enfocada y me gustaba aprender de sus posturas al momento de hacer sus workouts. Esa fue mi oportunidad que pegarme a ella a ver si podía aprender algo. Y el resto es historia……
Comenzó Trizone y yo iba allí de metida. Me sentía emocionada de aprender. Sin saber que me iba a cambiar por completo la vida.
Y ahora??? AMO LA COMIDA! AMO MI CUERPO! AMO QUE AYUDO A OTRAS ENCONTRARSE.
Podría bien estar en una alimentación de 2000 calorias sin temor y al contrario he visto como mi cuerpo tiene mejor forma, mi pelo cambio, mi piel es mas suave y soy feliz comiendo.
Hasta que nos demos cuenta de que la comida no es solo para dieta y la empecemos a ver como una bendición divina de Dios y como nos ayuda a nutrirnos, es el día que perdemos ese miedo a comer.
